Kate Carr
Kate Carr nació en Sidney y vive en Londres desde 2006. Es música experimental y grabadora de campo, centrándose en vincular la relación entre las personas y la localización a través del sonido. También trabaja con objetos en desuso y en técnicas de grabación no convencionales. Sus prácticas de trabajo se desarrollan en la composición, la performance y la instalación. Su discografía consta de una cuarentena de discos publicados en sellos tales como Helen Scarsdale Agency, 3Leaves, Galaverna, Glistening Examples y en el propio sello de Carr, Flaming Pines. Los trabajos de Kate Carr han sido reseñados en The New York Times, The New Yorker, The Telegraph, Pitchfork y The Wire, entre otras publicaciones. Fundó el dúo de arte sonoro Rubbish Music con el compositor, productor y performista inglés Iain Chambers.
En relación a su trabajo Carr explica: “La mayor parte de mi trabajo en estos días se centra en pensar en la grabación de campo como un conjunto de prácticas que producen una versión particular de una ubicación…”
En “Midsummer, London” Carr explora los distintas localizaciones y barrios de Londres, así como los diferentes acentos, músicas y otras fuentes sonoras, en específico, en lugares que siguen el curso del río Támesis, realizando una caminata y en bus desde las afueras en el oeste, hasta las afueras en el este. Esta grabaciones fueron registradas en el solsticio de verano del 21 de junio – el día más largo de 2023 -, de un lado a otro de la ciudad.
Carr captura todo lo que experimentamos en una ciudad y que no advertimos y que nos parece transparente, lo que se quiebra cuando surge un fuerte sonido o algo que nos llama la atención, como una conversación, el ruido del motor de un vehículo, la música en la calle, el rugir de miles de voces en un evento deportivo, o el anuncio de sus productos por parte de vendedores y también, el paréntesis de un silencio. Carr utiliza objetos desechables que manipula con sus dispositivos electrónicos, introduciendo líneas sintetizadas ambientales que se complementan con el medio ambiente, generando una suerte de atmósfera cinematográfica, en la que entran y salen una amplia variedad de sonidos acústicos, ruidos y voces que transforman el paisaje sonoro urbano. Esta transformación también cambia nuestra percepción de una ciudad, más aún cuando Carr con un trabajo minucioso afina nuestra escucha y nos revela sonidos más insospechados.
Kate Carr was born in Sydney and has lived in London since 2006. She is an experimental musician and field recordist, focusing on linking the relationship between people and location through sound. She also works with disused objects and unconventional recording techniques. Her working practices span composition, performance and installation. Her discography consists of around forty albums released on labels such as Helen Scarsdale Agency, 3Leaves, Galaverna, Glistening Examples and Carr’s own label, Flaming Pines. Kate Carr’s work has been reviewed in The New York Times, The New Yorker, The Telegraph, Pitchfork and The Wire, among other publications. She founded the sound art duo Rubbish Music with the English composer, producer and performer Iain Chambers. Regarding her work, Carr explains: “Most of my work these days is interested in thinking about field recording as a set of practices which produce a particular version of a location…”
In “Midsummer, London” Carr explores the different locations and London’s neighborhoods, as well as the different accents, music and other sound sources, specifically, in places that follow the course of the River Thames, taking a trek and by bus from the outskirts in the west to the outskirts in the east. These recordings were recorded on the summer solstice of June 21 – the longest day of 2023 -, from one side of the city to the other.
Carr captures everything that can be experience in a city that we don’t notice and that seems transparent to us, which is shattered when a loud sound or something catches our attention arises, such as a conversation, the noise of a car engine, music in the street, the roar of thousands of voices at a sporting event, or the announcement of their products by vendors, and also, the parenthesis of silence. Carr uses disposable objects that she manipulates with the electronic devices, introducing synthesized ambient lines that complement the environment, creating a kind of cinematic atmosphere, in which a wide variety of noises and voices go in and out transforming the urban soundscape. This transformation also changes our perception of a city, even more when Carr, with her meticulous work, fine-tunes our listening and reveals more unsuspected sounds.