Passepartout Duo and Inoyama Land
Connecting with the environment.
La música ambientalista japonesa denominada Kankyō Ongaku surge en los ’70, influenciada por la música de Erik Satie y Brian Eno, cuyo carácter minimalista y cargada de melodías, muestra su simpleza y delicada textura, evocadora de bellos paisajes, conectándose naturalmente con el medio ambiente y los estados reflexivos.
Es en este contexto musical e inspirado en él, que en 2023, en Japón, se reúnen Passepartout Duo formado en 2005 por la pianista italiana Nicoletta Favari (teclados y electrónica) y el percusionista ítalo/estadounidense Christopher Salvito (percusión y electrónica), junto a Inoyama Land compuesto por Makoto Inoue y Yasushi Yamashita, quienes tocaron por primera vez en agosto de 1976.
La locación física de esta presentación fue un auditorio de un Jardín infantil, en donde se ubicaron mesas en las que encontraban instrumentos para niños: un juego completo de campanillas, un glockenspiel, un xilófono, flautas dulces, melódicas y armónicas. Además de dispositivos electrónicos y percusión de ambos dúos.
En la sala la sesión musical fue totalmente improvisada, aunque hubo ciertas reglas en cuanto a la utilización de los instrumentos acústicos, electrónicos y con la rotación de los artistas. El resultado es su reciente álbum “Radio Yugawara” (Tonal Union, Julio 2024) en el que se despliegan melodías edificantes que pululan por el espacio y configuran paisajes sonoros de ensueño.
Se agradece la gestión de Ed Benndorf de la compañía de promoción musical Dense, con sede en Berlín, por gestionar esta entrevista. Desde luego que van mis agradecimientos a Nicoletta Favari, Christopher Salvito, Makoto Inoue y Yasushi Yamashita, por su generosidad en compartir su experiencia.
Para Passepartout Duo: ¿Qué fue lo que les llamó la atención de la música japonesa Kankyō Ongaku?
“Hay una clara conexión entre algunos estilos musicales diferentes que nos gustan y es cuando el significado del poder se expresan de manera efectiva a través de la simplicidad. Creemos que la capacidad de expresar algo muy conmovedor y con poco material, no solo puede aumentar su fuerza al abrir múltiples formas de interpretación y comprensión, sino que también revela el conocimiento y la habilidad de su creador. Entonces, en el caso de Kankyō Ongaku, aunque los sonidos están lejos de ser simples (a menudo son el resultado de sintetizadores de nuevo desarrollo y de sofisticado diseño), las canciones en general son elegantemente simples, las melodías van directo al grano y se crean mundos tan fuertemente evocadores en cuestión de unos pocos segundos. ¡Pensamos que es realmente fantástico!”
Para Passepartout Duo: En cuanto a la realización del álbum «Radio Yugawara», ¿qué destacarías de vuestro concierto con Inoyama Land?
“Esta colaboración representó un par de enfoques muy nuevos para nosotros: en primer lugar, toda la sesión musical se basó en la improvisación. Nosotros rara vez improvisamos y normalmente es de manera estructurada como una suerte de base para colaborar con otros músicos; pero en este caso, realmente se convirtió en una especie de lenguaje para usar para comunicarnos entre nosotros cuatro, porque Yasushi y Makoto tienen una intuición musical tan fuerte y de alguna manera sentimos que lo estábamos aprendiendo por proximidad. La experiencia en general también ha cambiado nuestras vidas porque nunca habíamos estructurado un álbum de esta manera: la música primero se creó como una especie de jam, en esta improvisación colectiva en la sala y luego pasó por una etapa de reelaboración y mezcla en el estudio donde pudimos darle una forma un poco más parecida a una obra escultórica».
Para Inoyama Land: ¿Por qué surgió la música ambiental de Kankyō Ongaku en Japón en los años 80? Hasta donde tengo entendido, estuvo influenciada por la música de Brian Eno y Erik Satie y por el auge económico japonés. Supongo que en Japón también debió haber una fuerte preocupación por el medio ambiente. ¿Podrías explicarnos esto con más detalle?
Yasushi Yamashita: Japón estuvo muy influenciado por la música occidental en los años ‘60, muchos músicos la interpretaron y transformaron a su manera, lo que resultó en el desarrollo de estilos japoneses únicos como el pop, el rock, el jazz y la música contemporánea. Aquellos que se dedicaron a la música ambiental en Japón en los años ‘80 parecían estar más o menos bajo su influencia.
Haruomi Hosono provenía de una banda de rock a finales de los años ‘60. The Taj Mahal Travelers, un grupo de improvisación que comenzó a actuar en 1969, expandió sus actividades al territorio de los conciertos de rock. Hiroshi Yoshimura participó en el grupo como invitado en los años ‘70.
Fue a mediados de los años ‘70 cuando surgió en Japón una vaga conciencia ambientalista-musical. Por esa época, se celebraron una serie de conciertos de Erik Satie en un pequeño local de Shibuya, Tokio, y empezó a difundirse la conciencia sobre Satie y la música minimalista. Yo asistí a esos conciertos en aquella época.
En 1974, se publicó «Autobahn» de Kraftwerk y en 1975 «Another Green World» de Brian Eno; ambos fueron realmente impresionantes. También en 1975 se inauguró en Tokio la tienda de arte y música Art Vivant. Allí fue donde Satoshi Ashikawa, pionero de la música ambientalista en Japón, introdujo la música experimental y contemporánea. En aquel entonces era empleado de la tienda. En julio de 1977, Terry Riley vino a tocar por primera vez a Japón. Era un festival de música al aire libre.
En los años ‘80, los géneros musicales se subdividieron y se les dieron categorías como new age, sanación, etc. Se publicaron muchos álbumes con el auge económico.
Makoto Inoue: «Aquí, los jóvenes que hicieron o adoptaron la música ambiental en los años ‘80 crecieron con programas de televisión y radio en los años ‘60. Esos programas estaban fuertemente influenciados por la cultura occidental posterior a la Segunda Guerra Mundial, incluido el arte contemporáneo. Era simplemente superficial, pero creo que había atisbos de música experimental en ellos. Pasaron en las radios la música rock como una contracultura a principios de los años ‘70, y algunos de ellos encontraron una expresión muy serena y lírica en la música experimental de compositores japoneses.
Una de las razones por las que esas obras se hicieron ampliamente conocidas para el público fue probablemente Obscure Records de Brian Eno, lanzado en 1975. Creo que el concepto simple e innovador atrajo a los japoneses.
No está muy claro cómo los amantes de la música en ese momento interpretaron la música ambiental de Eno. Una cosa que se puede decir es que cuando las revistas de música presentaron la teoría de la música ambiental de Eno, a menudo citaban los elogios sobre el pensamiento Zen y de la filosofía oriental de John Cage entre otros. Esta imagen debe haber sido bastante reconfortante para los jóvenes músicos japoneses que sufrieron durante mucho tiempo del complejo de inferioridad sobre la música occidental.
En 1983, nació en Tokio una empresa llamada Sound Process Design (SPD). La empresa diseñaba sonidos ambientales (música) para museos, transporte y espacios comerciales. El fundador de SPD fue Satoshi Ashikawa, su sello discográfico Sound Process se convirtió en una organización corporativa. Compositores como Hiroshi Yoshimura, Yutaka Hirose y otros también han contribuido con obras a esta empresa. A través de SPD, INOYAMALAND ha plantado música ambiental en secreto en muchos lugares de Japón.
A partir de ese momento, SPD recibió un flujo constante de solicitudes para producir música ambiental para exposiciones internacionales e instalaciones comerciales a gran escala. Al mirar ahora en retrospectiva ese fenómeno, creo que fue precisamente el efecto de la burbuja económica de Japón, cuando todo el país se vio impulsado por un entusiasmo inusual”.
Para Inoyama Land: En relación con el álbum «Radio Yugawara», se establecieron «reglas de juego» en las que el tiempo se dividió en tres sesiones separadas (1) “solo instrumentos electrónicos”, “solo acústicos” y “una mezcla de ambos”, (2) “dúos rotativos” cada uno de los cuales se turnaba para tocar a través de un ciclo de “cuatro dúos” y (3) “todo permitido”. ¿En qué consistió esta tercera sesión?
Makoto Inoue: “Los cuatro, primero preparamos los instrumentos que tocaríamos y luego colocamos aleatoriamente instrumentos infantiles y objetos sonoros alrededor de la sala de juegos. Fue una tarea divertida, como decorar adornos en un árbol de Navidad. Luego, durante “Anything Goes”, a veces tocábamos nuestros instrumentos, a veces caminábamos libremente por la habitación, tomábamos otros instrumentos y objetos sonoros, jugábamos con ellos, haciendo sonidos de manera improvisada”.
Para ambos dúos: ¿Pueden contarnos sobre sus próximos proyectos?
Passeparout Duo: “Estamos muy entusiasmados de trabajar en el set en vivo con la música derivada del álbum con Inoyama Land. Siempre es un proceso interesante para nosotros ver cómo evoluciona la música entre las versiones grabadas y en vivo, a veces múltiples veces. Compartiremos los resultados por primera vez juntos en octubre en el Each Story Festival en Japón.
También estamos desarrollando un nuevo trabajo utilizando hidrófonos, grabaciones de agua y transmisión de radio FM. Esto incluye la investigación que hemos realizado durante la residencia en el Bemis Center este verano, que estamos compartiendo en forma de una instalación de sonido en Salt Beyoğlu en Estambul y un proyecto que estamos desarrollando en la residencia en Gate 27 en la costa turca.
Finalmente, un gran foco de nuestro trabajo actual se centra en uno de los instrumentos que hemos inventado y construido, llamado Chromaplane. Este sintetizador ahora está disponible como producto gracias a una colaboración con la empresa con sede en Berlín KOMA Elektronik y se ha lanzado a través de una campaña de Kickstarter. El instrumento representa posiblemente nuestra mayor aventura y estamos expandiéndonos continuamente hacia un ecosistema más grande que permite nuevas formas de hacer música y pensar sobre el sonido».
Inoyama Land (Yasushi Yamashita): “El 6 de octubre, actuaremos con Passepartout Duo en el festival Each Story en Nagano, Japón. En enero de 2025, estamos planeando un concierto doble en Osaka”.
Each Story
https://www.instagram.com/eachstory2024
Japanese environmental music called Kankyō Ongaku emerged in the 1970s, influenced by the music of Erik Satie and Brian Eno, whose minimalist character and plenty of melodies, show its simplicity and delicate texture, evoking beautiful landscapes, naturally connecting with the environment and reflective states.
It is in this musical context and inspired by it, that in 2023, in Japan, Passepartout Duo, formed in 2005 by Italian pianist Nicoletta Favari (keyboards and electronics) and Italian/American percussionist Christopher Salvito (percussion and electronics), reunite, alongside Inoyama Land comprised of Makoto Inoue and Yasushi Yamashita, who played for the first time in August 1976.
The physical location of this performance was an auditorium of a kindergarten, where tables were placed, on which there were instruments for children: a complete set of bells, a glockenspiel, a xylophone, recorders, melodicas and harmonicas. In addition to electronic devices and percussion from both duos.
In the room the musical session was totally improvised, although there were certain rules regarding the use of acoustic, electronic instruments, and with the rotation of the artists. The result is their latest album “Radio Yugawara” (Tonal Union, July 2024) in which uplifting melodies unfold that swarm through space and configure dreamlike soundscapes.
Thanks to Ed Benndorf of Berlin-based music promotion company Dense for arranging this interview. Of course, my thanks go to Nicoletta Favari, Christopher Salvito, Makoto Inoue and Yasushi Yamashita, for their generosity in sharing their experience.
For Passepartout Duo: What caught your attention about Kankyō Ongaku Japanese music?
“There is a clear connection between a few different music styles that we like, and it’s when power and meaning is expressed effectively through simplicity. We think that the ability of expressing something very touching with little material not only can heighten its strength by opening up multiple ways of interpretation and understanding, but also reveals the knowledge and craft of its creator. So, in the case of Kankyō Ongaku, even though the sounds are far from simple – they were often the results of highly designed newly developed synthesizers, the overall songs are very elegantly simple, the melodies get right to the point, and such strongly evocative worlds are created in the matter of a few seconds. We think that’s really fantastic!”
For Passepartout Duo: Regarding the making of the album «Radio Yugawara», what would you highlight about your concert with Inoyama Land?
“This collaboration represented a couple of very new approaches for us: first of all, the music session was all based on improvisation. We rarely improvise, and it’s usually in a structured manner as a basis for collaborating with other musicians; but in this case, it really became a sort of language to use to communicate between the four of us, because Yasushi and Makoto have such a strong musical intuition and somehow, we felt like we were learning it by proximity. The overall experience has been life changing also because we have never structured an album in this way: the music first was created as a sort of jam, in this collective improvisation in the hall, and then went through a stage of studio rework and mixing where we could shape it a little bit more like a sculptural work.»
For Inoyama Land: Why did Kankyō Ongaku’s environmental music emerge in Japan in the 1980s? As far as I understand, it was influenced by Brian Eno and Erik Satie’s music and the Japanese economic boom. I guess in Japan must have also been a strong concern for the environment. Can you please elaborate on this?
Yasushi Yamashita: Japan was heavily influenced by Western music in the 1960s, many musicians interpreted and transformed it in their own way, resulting in the development of unique Japanese styles such as pop, rock, jazz and contemporary music. Those involved in environmental music in Japan in the 1980s seemed to be more or less under its influence.
Haruomi Hosono came from a rock band in the late 1960s. The Taj Mahal Travelers, an improvisation group that began performing in 1969, expanded its activities to territory of rock concerts. Hiroshi Yoshimura participated in the group as a guest in the 1970s.
It was in the mid-1970s that a vague environmental-musical awareness emerged in Japan. Around that time, a series of Erik Satie concerts were held in a small venue in Shibuya, Tokyo, and awareness of Satie and minimal music began to spread. I went to these concerts at the time.
Kraftwerk’s ‘Autobahn’ was released in 1974, Brian Eno’s ‘Another Green World’ in 1975, both were really impressive. It was also in 1975 that the art and music shop Art Vivant opened in Tokyo. This is where Satoshi Ashikawa, a pioneer of environmental music in Japan, introduced experimental and contemporary music. He was a staff of the shop then. In July 1977, Terry Riley first came to Japan to play. It was an open-air music festival.
In the 1980s, music genres were subdivided and given categories such as new age, healing, etc. Many albums were released with the booming economy.
Makoto Inoue: «Here, young people who made or embraced environmental music in the 1980s grew up with TV and radio programmes in the 1960s. Those programmes were strongly influenced by post-WWII Western culture including contemporary art. It was just superficial, but I think there were glimpses of experimental music in it. They passed through rock music as a counter-culture in the early 1970s, and some of them found a very serene and lyrical expression in experimental music by Japanese composers.
One of the reasons why those works became widely known to the public was probably Brian Eno’s Obscure Records, launched in 1975. I believe that the simple and innovative concept appealed to the Japanese.
It is not really clear how music lovers at the time interpreted Eno’s environmental music. One thing that can be said is: when music magazines introduced Eno’s theory of environmental music, they often cited the praise of Zen thought and Eastern philosophy by John Cage and others. This image must have been quite comforting to young Japanese musicians who long suffered from inferiority complex about Western music.
In 1983 a company called Sound Process Design (SPD) was born in Tokyo. The company designed environmental sounds (music) for museums, transport and commercial spaces. SPD’s founder was Satoshi Ashikawa, his record label Sound Process grew into a corporate organization. Composers such as Hiroshi Yoshimura, Yutaka Hirose and others have also contributed works to the company. Through SPD, INOYAMALAND has secretly planted environmental music in many places in Japan.
From this time onwards, SPD received a steady stream of requests to produce environmental music for international expositions and large-scale commercial facilities. Looking back on this phenomenon now, I think it was precisely the effect of Japan’s bubble economy, when the whole country was buoyed by the unusual enthusiasm.”
For Inoyama Land: Regarding the «Radio Yugawara» album were established ‘game rules’ where time was divided into three separate sessions (1) ‘only electronic instruments’, ‘only acoustic’, and ‘a mix of both’, (2) ‘revolving duets’ each taking turns to play through a cycle of ‘four duos’ and (3) ‘anything permitted’. What did this third session consist of?
Makoto Inoue: “The four of us first set up the instruments we would play, and then randomly placed children’s instruments and sound objects around the playroom. It was a fun task, just like decorating ornaments on a Christmas tree. Then, during ‘Anything Goes’, we sometimes played our instruments, sometimes walked freely around the room, took up other instruments and sound object, played with them, making sounds in an improvisational way.”
For both duos: Can you tell us about your upcoming projects?
Passepartout Duo: “We are very excited to be working on the live set with the music derived from the album with Inoyama Land. It is always an interesting process for us to see how the music evolves in between the recorded and the live versions, sometimes multiple times. We will be sharing the results for the first time together in October at the Each Story Festival in Japan.
We are also developing new work using hydrophones, water recordings, and FM radio transmission. This includes the research that we have done while in residency at the Bemis Center this summer, that we are sharing in the form of a sound installation at Salt Beyoğlu in Istanbul, and a project that we are developing in residency at Gate 27 on the Turkish coast.
Finally, a big focus of our current work is centred around one of the instruments that we have invented and built, called the Chromaplane. This synthesizer is now available as a product thanks to a collaboration with the Berlin-based company KOMA Elektronik, and has been launched through a Kickstarter campaign. The instrument represents possibly our biggest adventure and we are continuously expanding to a larger ecosystem that allows for new ways of making music and thinking about sound.»
Inoyama Land (Yasushi Yamashita): “On October 6th, we will perform with the Passepartout Duo at Each Story festival in Nagano, Japan. In January 2025, we are planning a double bill gig in Osaka.”
Each Story
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